Meadows of Heaven
viernes, 2 de noviembre de 2012
Discovering the promised land
martes, 22 de febrero de 2011
Cuando la ficción se hace imagen
Ultimamente da la casualidad de que cae un libro en mis manos y al poco tiempo descubro que hay una película del mismo.Y más allá de valorar la calidad con la que se 'vuelcan' a la gran pantalla los originales, o la falta de ella más bien, quiero hablaros del libro que actualmente está en mi mochila de paseante imaginario. Se trata de 'Angels & Insects' de A.S. Byatt
Aun no he avanzado mucho en su lectura, por lo que no puedo daros demasiados detalles. La técnica narrativa es simple, no parece romper tiempos ni ser nada complejo. El narrador, es un narrador en tercera persona que nos cuenta la experiencia de un entomólogo (William Addison). Tras vivir diez años en la Amazonia como estudioso y auspiciado por el señor Alabaster, vuelve a su Inglaterra pero naufraga y pierde muchas de las muestras naturales que había recogido. Una vez en la casa del señor Alabaster, tiene la oferta de permanecer bajo su techo y catalogar una serie de objetos exóticos que ha ido coleccionando (insectos, mariposas...). Pero más que por la propia pasión de ese trabajo, William se ve tentado por la deliciosa Eugenia Alabaster Película por cierto bajo la batuta de dirección de Philip Haas que contó en 1996 con la nominación a un Oscar por mejor vestuario.
'Angels and insects' the film
lunes, 14 de junio de 2010
Ficción o realidad: reflexiones sobre un relato de terror
Ficción o realidad: sombrío relato, narrador más sombrío
Hace dos noches, vino a parar a mis manos un libro de relatos de Auguste Villiers de L'Isle de Adam. Mi volumen, pertenece a una edición de "El Pais" y forma parte de una colección de relatos de maestros del terror. Entre otros relatos, hay dos que me gustaron sobremanera: El convidado de las últimas fiestas y Sombrío relato, narrador sombrío. He de aclarar que más que por el argumento, me llamaron la atención los artilugios narrativos que utiliza. Principalmente me interesa la manera en la que construye el segundo relato que he citado y es de ese del que voy a hablar un poco más ampliamente.
Sombrío relato, narrador sombrío, se abre con un narrador protagonista-narrador 1- y testigo a la vez, que dice que ha sido invitado a una cena de autores dramáticos. La velada parece transcurrir del modo más aburrido, y ese narrador nos cuenta las banales conversaciones a cerca de la moda de los duelos parisienes que se escuchaban en esa cena cuando estaban achispados. Hasta aquí tenemos la introducción de la historia.
Repentinamente, este narrador 1 nos habla de un señor D***-¿Es casualidad que el nombre de este señor D, empiece por la misma letra que empieza la palabra Drama?- que también había sido invitado a esa celebración y al cuál todos los presentes le piden que les cuente la aventura que le había sucedido. Así, Villiers está introduciendo en este mismo relato un narrador 1 testigo y protagonista, que a su vez nos presenta a otro narrador D*** que nos cuenta también en primera persona lo que protagonizó, al mismo tiempo que de vez en cuando irá alternando diálogo de los comensales de la cena y de la propia historia de D***. Pues bien, es en esta parte cuando D*** nos relata el duelo, historia que me atrapa como lector porque juega a la ambigüedad y no parece dejar claro si está inventando un drama o nos está contando algo que le ha sucedido realmente. No sabemos si nos habla de una realidad o de una ficción. Juega a ese equívoco, a esa disolución de mundos posibles. Parece querer que nos perdamos en el laberinto de los mundos posibles.
A veces, da pistas y dirige al lector poniendo en la voz del narrador D*** frases como: ¡Mi oficio de autor dramático consiste precisamente en urdir, desarrollar asuntos de ese tipo! ...no me hallaba bajo el fuego de la inspiración...O cuando nos da referencias de actores -Surville- o en otra frase en la que dice "Comprendí que estaba representando la primera escena de su tramoya" o "...aquella sangre fría sólo podía encontrarse sobre las tablas". Todas estas frases se las espeta D*** a esos comensales, y dice, que al principio él mismo pensaba que el duelo de Raoul se trataba de una simple actuación. A lo largo de todo el relato aparecen tópicos como el de la vida es sueño o la vida es teatro -"yo, yo quería que volviese a escena". Llega un momento de la narración de D*** a cerca del duelo de R, con un cambio de escenario hacia la casa de R en el que dice "Sólo entonces me di cuenta que hablaba de un hecho de la vida, de la vida real". El cambio de escenario, es como si permitiera a D*** decantarse en esa ambigüedad, en ese equívoco, y nos dijera- a nosotros lectores, y a su público de comensales- esto que os estoy contando es un hecho real. Además de la narración de D***, se intercala la voz de los comensales y un aparte del narrador 1 de partida, como aglutinando todas las esferas narrativas y dando continuidad al relato, para luego retomarla con D*** :"la situación aunque banal para el teatro, se me antoja archisuficiente para la existencia real". Es decir, como a veces lo que en la ficción puede ser trivial, en la realidad puede ser excesivo, cómo la ficción supera a la realidad.
D*** a lo largo de su relato, interpela a sus oyentes, que cómo decía antes, realmente son de dos tipos:
-los oyentes de su cena
-los propios lectores del relato
Otro punto a favor del relato, que juega con esas dualidades. Parece que el propio lector, es uno más de los comensales de esa cena y directamente pregunta D*** "Lo estáis viendo, ¿no es cierto?.Como intentando integrarnos a esa esfera ficcional, a ese comedor con sus comensales, porque a quién si no hace esa pregunta.
De nuevo un cambio de escena nos lleva a Bélgica donde tendrá lugar el fatal desenlace de Raoul, y de nuevo mientras D*** nos narra lo ocurrido nos salpica comentarios del público:
comensal: Podrías haber buscado algo más original
D***: ves siempre las cosas a través de unos anteojos de teatro
Con este breve diálogo, Villieirs da una vuelta de tuerca a su juego y vuelve a hacer una llamada de atención, ¿ficción o realidad? Para poco después añadir "¡Hay que entender que no todo es comedia en la vida! Pero D*** sigue jugando con nosotros, y cuando nos dice que no todo es comedia en la vida, al momento dice que tenía que actuar como si era natural, no dejar ver sus apartes, habla de actuación contenida, sobre las tablas, en una posición nada forzada, Verdadero, dos auténticas lágrimas...Es decir, que las alusiones a lo ficcional, a la vida como teatro... son continuas y sufren continuos giros, hasta el punto que al final del relato de D***-con un final muy dramático por cierto-cautiva a sus oyentes que estallan en aplausos. En ese momento, retoma la narración el narrador 1. ¡Un éxito de crítica! piensa. Luego le está concediendo valor literario a esa historia. Pero cuando parece que el relato acaba aquí, este cobra un nuevo giro y el narrador 1 aparece en un diálogo con un amigo que le pregunta a cerca de este relato. Es decir, ficción dentro de la ficción. Un golpe de efecto con esa última frase del narrador 1 "Sí-le dije-ahora puedo escribirla: está completa". Un golpe de efecto en mi opinión, porque en esa realidad del narrador 1-el cuál pertenecería a un mundo Tipo II-no hay un señor D***, ni Raoules, ni duelos de ningún tipo...-los cuales pertenecerían a un mundo ficcional dentro de ese tipo II-si no que narrador I juega con nosotros, al plantearnos la dualidad ficción-realidad...aunque sólo puede completar esa historia, esa ficción, precisamente cuando está de vuelta, cuando ha se la cuenta a su amigo, cuando nos hace partícipes a nosotros los lectores, de esa historia.
En definitiva, me parece que este es un bello relato, una suerte de matriuskas, una colección de muñecas rusas, ficciones dentro de ficciones.
lunes, 27 de abril de 2009
In the beginning were created the Meadows of Heaven
http://www.youtube.com/watch?v=u20j-a-9zGI